11 feb 2014

INCREÍBLES PROYECTOS DE REUTILIZACIÓN PARA ESPACIOS SUBTERRÁNEOS

Los subterráneos abandonados no son sólo una excusa para que se escondan los villanos de las películas de turno. Son, por un lado, el reflejo de una urbanidad que crece y se modifica constantemente, reinventándose década a década. Y son, por otro lado, una oportunidad única para que emprendedores y arquitectos rescaten un pedazo de historia y lo vuelvan presente.

Este fue el caso en tres de las principales ciudades de Europa, donde son varias las ‘estaciones fantasmas’ en las que los planes de reciclado se han posado. Acompáñanos a recorrerlas:

París: ¿Una piscina gigante bajo el suelo?

En París, Nathalie Kosciusko-Morizet, una prometedora candidata a la gobernación, y los arquitectos Manal Rachdi y Nicolas Laisné planean convertir a las estaciones abandonadas en centros de actividades para el público.

La mayoría de estas estaciones fantasmas son la consecuencia del arribo de la Segunda Guerra Mundial a Francia, en septiembre de 1939. Desde entonces, algunas han permanecido cerradas, otras se han reciclado y unas pocas desaparecieron para siempre.

Kosciusko-Morizet y su equipo revelaron recientemente los bocetos de su proyecto. Entre las muchas propuestas para la transformación de los espacios subterráneos no utilizados está la posibilidad de construir restaurantes, auditorios, galerías de arte, teatros y discotecas; también una muy larga piscina, que parece ideal dado el amplio espacio disponible.

Hasta ahora, estos lugares abandonados habían sido tapiados, utilizados como locaciones para la industria del cine o convertidos en vertederos para el sistema de transporte de París. Si Kosciusko-Morizet gana las elecciones en marzo, planea lanzar una plataforma para que arquitectos y diseñadores puedan presentar sus ideas y el público pueda votar por ellas.

Londres: La mayor granja subterránea del mundo

Una experiencia similar se está desarrollando en Londres, donde planean construir la granja subterránea más larga del mundo en los túneles debajo de la ciudad. Detrás del proyecto están los emprendedores Richard Ballard y Steven Dring, que -de conseguir el financiamiento- van a transformar los pasillos bajo Northern Line en dos hectáreas y media de verduras frescas para abastecer a restaurantes y mercados de la zona.

El proyecto se denomina Growing Underground y cuenta con el respaldo de Michel Roux Jr., un chef galardonado por Michelin. Llevarlo a cabo requiere de 300 mil libras esterlinas y la captación de fondos se hará en los siguientes dos meses a través de una campaña de financiamiento colectivo.
Los túneles de Londres comparten con el metro de París que la Segunda Guerra Mundial marcó su destino. Estos sirvieron durante el conflicto bélico como refugios antiaéreos y han permanecido vacante desde entonces. Su ubicación es a 100 metros bajo el nivel de la calle y tienen una temperatura constante de 15 grados centígrados.

La idea de Ballard y Dring implica el desarrollo de una matriz de cultivo especial, donde podrían crecer tres capas de productos gracias a un sistema de luces LED y a la técnica de la hidroponia –-donde no hay tierra y los nutrientes llegan a través del agua–, dejando cero huella de carbono.

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